← Posts Posted on 23 mayo, 2014 By Translation Boutique With 0 Comments
En esta nueva entrada de traducción e idiomas nuestra agencia de traducción se desplaza al corazón de Europa, concretamente a Polonia. Yo soy José Gascó, principalmente un hombre de ciencias que aceptó el reto de completar unos estudios estrictamente humanísticos hace unos años. De esta guisa, empecé a estudiar estudios ingleses en la U.N.E.D., grado que todavía sigo estudiando. Después de haber vivido en Londres durante un año y medio, la pasión por descubrir nuevas culturas y aprender más todavía me trajo a Varsovia. Aquí, ya establecido desde hace unos meses, trabajo y estudio mientras disfruto al máximo.
El idioma polaco, o polonés, es una lengua eslava occidental y, como muchas otras de estas lenguas, utiliza el alfabeto latino, no el cirílico. Este idioma ocupa los puestos más altos en las listas de los idiomas más difíciles del mundo (después del vasco, húngaro, chino mandarín y japonés), lo cual se debe al volumen de irregularidades que se encuentran en él.
Con más de 55 millones de hablantes, el polaco se convierte en el segundo idioma eslavo más hablado después del ruso. No solo es idioma oficial en Polonia, sino que también lo es en el condado de Vilna, en Lituania. Gracias a los emigrantes, también es la segunda lengua más hablado en el Reino Unido, así como una de las mayores minorías en otros países como Estados Unidos y Australia.
El nombre de Polonia hunde sus raíces en los siglos IX y X, cuando la tribu de los polanos ocupaba el actual territorio del país, y denominaba a su territorio Polska (literalmente Polonia). El significado de la palabra es bastante incierto, aunque la versión más aceptada es que deriva del término pole (campo, área).
Lingüísticamente, el polaco es un idioma con una fuerte unión entre sus hablantes, siendo pocos los dialectos que se conocen. Los más significativos son el mazoviano (en Mazovia y Mazuria), que comparte similitudes con el idioma kashubo, hablado cerca del mar Báltico, y el Śląskie (silesio), concentrado en la región de Silesia. Junto a estos dialectos e idiomas también se pueden encontrar algunas comunidades minoritarias de habla ucraniana, bielorrusa y alemana, así como hablantes de algunas variedades del idioma romaní.
Una curiosidad de este idioma es que a lo largo de su historia tomó un gran número de extranjerismos provenientes de distintos idiomas de Europa. El latín influyó la lengua polaca en la Edad Media, en los tiempos en que Polonia se estaba formando como nación y el cristianismo estaba instalándose como la religión mayoritaria. De ahí que haya muchos términos relacionados con los ritos litúrgicos (msza [misa], aniol [ángel]), aunque también científicos (Copérnico, entre otros, decidió escribir todos sus tratados en latín, influyendo así la lengua polaca). En el siglo XIX, con la división de Polonia en dos partes, una occidental y germanizada, y la otra oriental y moscovita, las influencias de ambos idiomas en el polaco fueron notables. El alemán dejó palabras como czasopismo (revista, [Zeitschrift]), dworzeckolejowy (estación de ferrocarril, [Bahnhof]) o swiatopoglad (concepción, [Weltanschauung]). Entre los rusicismos encontramos los siguientes términos: kolektyw (colectivo), kolhoz (koljós) o gułag (gulag). Otros idiomas que también dejaron huella en el polaco, aunque en menor medida, son el checo y el francés.
Como podéis ver, el polaco no es solamente el segundo idioma eslavo más hablado del mundo, o uno de los idiomas más difíciles del mundo; además, es un idioma hablado en una gran cantidad de países, rico en términos de otros idiomas y con una unión lingüística considerable.
Después de esta entrada, ¿no os apetece acercaros más a esta maravillosa lengua eslava llena de encantos y belleza?
José Gascó para TB
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