← Posts Posted on 31 marzo, 2014 By Translation Boutique With 0 Comments
Cuántas, cuántas veces leo en blogs o foros comentarios (sobre todo) de traductores que comentan nuestros malos horarios, las crisis paranoicas de las épocas con exceso o falta de trabajo y la soledad de los que trabajan en casa. Sin embargo, nuestra experiencia nos dice que la traducción y la interpretación como freelance dan unos beneficios incomparables. Y por ese mismo motivo decidimos emprender con este estudio de traducción, ¡para trabajar con otros profesionales libres y felices!
Libertad geográfica
Donde unos ven la soledad de trabajar en casa, nosotros vemos libertad geográfica. Si eres traductor, es tu decisión trabajar en un café, optar por el co-working o quedarte en casa, entre otras. Te permite decidir desplazarte una temporadita de Valencia a cualquier ciudad del mundo para expandir tus conocimientos lingüísticos del inglés, alemán o el portugués a cualquier lengua asiática, mientras que continúas fiel a tus clientes y a tu tan amada profesión. Para los intérpretes, les da la libertad de trabajar en un entorno de trabajo diferente para cada evento y evitar a toda costa la monotonía que tanto asusta en el gremio.
Libertad horaria
Donde unos ven malos horarios, nosotros vemos libertad horaria. No se trata de acostarse a las 3 y levantarse a las 11, sino de poder coordinar nuestra vida según nuestras preferencias. Si queremos ir a un congreso, al médico, llevar a nuestros hijos todos los días al colegio o asistir a un curso de un tema de nuestro interés, no tenemos que dar explicaciones más allá de mantener nuestro correo electrónico al día. Decidimos nosotros si queremos trabajar un rato después de cenar o si un día específico necesitamos dar un paseo en el horario en que, en otras circunstancias, estaríamos trabajando.
Libre albedrío
Este aspecto es el que más suele atraer a traductores e intérpretes. ¡Qué bien nos sienta no tener un jefe gruñón que nos contempla como máquinas de hacer dinero! A el traductor o intérprete freelance lo único que le importa es el cliente y cumplir con los plazos que éste requiere (para un proyecto que nosotros aceptamos); de modo que, ¿qué es eso de que alguien nos meta prisa si nosotros no lo consentimos? ¿Y si decidimos que el tema de un proyecto no nos gusta y optamos por pasárselo a un colega?
Como veis, no pinta nada mal. Poco a poco iremos contándoos más de esta maravillosa profesión que respetamos y amamos hasta la saciedad, ¡de ahí los buenos resultados!
¡Abrazos!
Davinia Albert para TB
Translation Boutique, tailor-made linguistic services
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